Los 5 principales peligros y riesgos de la pesca con imán
La pesca con imán se ha convertido en un pasatiempo de prospección algo controvertido en los últimos años. Sus partidarios afirman que la pesca con imán es completamente segura, no hace daño a nadie e incluso es beneficiosa para el medio ambiente al eliminar los desechos del agua. Sus detractores sostienen que es peligrosa y que la normativa es clara en cuanto a su prohibición. Sin embargo, la normativa no prohíbe la pesca con imán, solo la regula. Los cinco peligros siguientes son los más comunes que pueden surgir durante la pesca, pero pueden evitarse.
La potencia de tu imán puede ser problemática
El imán en sí mismo no es un elemento peligroso en la pesca con imán. Estos imanes están diseñados para ser lo más potentes posible y pueden ser peligrosos si se utilizan de manera incorrecta. Si no se tiene cuidado, muchos imanes pueden chocar entre sí, provocando chispas o incluso llamas.
Aún peor, algunos imanes de pesca son conocidos por interferir con el funcionamiento de muchos dispositivos electrónicos. La intensa fuerza magnética de tu imán de pesca puede borrar la memoria de tu teléfono móvil, tu ordenador o cualquier otro aparato electrónico debido a su campo magnético. Peor aún, estos imanes pueden ser peligrosos para las personas con marcapasos, ya que pueden interferir con su funcionamiento.

Es igualmente esencial colocar tu imán en un recipiente sólido que evite que choque con otros imanes y que proteja el material electrónico. También usa guantes cuando manipules tu imán, ya que la fuerza de atracción puede causar lesiones en la piel.
Si tu imán es muy potente y atrapas una gran masa metálica pesada, podrías encontrarte en una situación en la que te sea imposible sacarla hasta la orilla. En ese caso, deberás decidir si dejas tu imán donde está, es decir, en el agua. Si hay personas cerca, pide ayuda, pero si la situación se vuelve demasiado peligrosa, ¡abandónalo!
Lo mismo ocurre si la masa se desprende de su ubicación y es arrastrada por la corriente. Si la situación se te escapa de las manos, ¡suéltalo! Será mejor para tu seguridad.
El riesgo de ahogamiento existe
La pesca con imán siempre se practica cerca de un cuerpo de agua, lo que te expone a un alto riesgo de ahogamiento. Aunque no es necesario entrar en el agua y puedes quedarte en la orilla, siempre existe la posibilidad de que resbales y caigas al agua, teniendo que luchar para salir.
Aunque parezca improbable, un caso reciente reveló que un padre y su hijo se ahogaron mientras pescaban con imán, muy probablemente después de que el niño resbalara al agua y su padre intentara salvarlo. Este tipo de riesgo puede agravarse si la carga que intentas sacar es demasiado pesada.

Por ello, es fundamental estar bien preparado si sales a pescar con imán y tener en cuenta algunas precauciones. Usa ropa adecuada para esta práctica, que puedas quitarte fácilmente si caes al agua. Coloca los objetos que recuperes en el suelo, junto a ti, y no en los bolsillos. En caso de caída, ese peso extra podría costarte la vida.
Es recomendable no pescar con imán solo y, en su lugar, ir siempre acompañado. En caso de problema, tu compañero puede ayudarte a salir del agua o alertar a los servicios de emergencia.
Cuando explores lugares para pescar, estudia bien el terreno. Evita las orillas inestables y piensa de antemano qué harías si cayeras al agua. Tener un plan de acción preparado mentalmente para diversas situaciones de riesgo será de gran ayuda si ocurre un accidente. El estrés y el pánico pueden impedirte pensar con claridad y encontrar una salida, a menos que ya lo hayas considerado previamente.
No dudes en utilizar una cuerda de seguridad que te conecte a un objeto o una estructura estable para tener un punto de anclaje en caso de caída al agua o de corriente fuerte. Si sois dos, no uses a tu compañero como punto de anclaje. En caso de caída, la peor consecuencia sería encontraros los dos en el agua en lugar de uno solo.
El descubrimiento de armas o explosivos
Aunque es un evento poco frecuente en la pesca con imán, existe el riesgo de encontrar objetos peligrosos como cuchillos, armas de fuego o incluso explosivos.
Aunque los artefactos explosivos representan un riesgo menor que otras formas de armamento, algunas personas los han encontrado en lagos, ríos e incluso estanques. Estos descubrimientos son más probables en bases militares o en España, en zonas que fueron escenario de conflictos durante la Guerra Civil Española o las Guerras Mundiales.

Los riesgos de encontrar un arma son evidentes. Se puede cortar fácilmente con objetos afilados al manipularlos y exponerse a microorganismos del lecho del río o del lago. Las armas de fuego pueden dispararse accidentalmente, causando daños a usted o a otros, o incluso estar vinculadas a un delito, lo que podría traer graves consecuencias legales.
Por último, un explosivo, como una granada, puede haberse deteriorado tras tanto tiempo bajo el agua y podría explotar incluso si se manipula con precaución.
Si se encuentra con una de estas armas durante la pesca con imán, debe cesar inmediatamente su actividad y notificar a las autoridades competentes. Para evitar riesgos, nunca manipule estos objetos usted mismo y contacte con la Guardia Civil más cercana.
Los nudos entre las cuerdas
Al pescar con imán, se utiliza una cuerda para tirar del imán fuera del agua. En algunos casos, se pueden atar dos cuerdas al mismo imán: una para su función principal y otra como medida de seguridad en caso de que la primera se suelte.
Sin embargo, estas cuerdas pueden enredarse rápidamente, lo que puede volverse peligroso si no se tiene cuidado. Si se enreda en una cuerda larga mientras lanza el imán desde un puente, podría terminar arrastrado hacia el fondo del río. Si una de las cuerdas queda atrapada en un obstáculo en el agua y ambas se enredan, la única forma de solucionarlo sería desatarla en el agua, lo que conlleva riesgos significativos.
La mejor forma de evitar este problema es utilizar una cuerda de alta calidad que no se enrede con facilidad. La cuerda que viene con los imanes de pesca no suele ser la mejor opción. La probabilidad de que se retuerza sobre sí misma es muy alta, por lo que es recomendable cambiarla por una cuerda más rígida.
Conflictos entre pescadores con imán
La pesca con imán se ha vuelto cada vez más popular, por lo que es probable que se encuentre con otros pescadores en la orilla. Generalmente, estas personas son amables y disfrutan compartiendo lo que han encontrado.
Sin embargo, a veces pueden surgir disputas y peleas, ya sea porque un pescador tiene algo que otro desea o por una competencia infantil por los mejores lugares de pesca.

Como en la pesca tradicional, pescar con imán en un área pequeña con varias personas aumenta el riesgo de que las cuerdas se enreden o que dos personas enganchen el mismo objeto al mismo tiempo. Aunque no es común, esta situación puede ser problemática si ambos intentan recuperar el objeto y no logran ponerse de acuerdo sobre quién se lo quedará.
Es comprensible que cada persona quiera quedarse con el objeto encontrado, lo que puede derivar en discusiones y peleas, que en algunos casos pueden ser serias.
La forma más sencilla de evitar estos problemas es elegir lugares de pesca menos concurridos. En estos entornos, la probabilidad de encontrarse con otros pescadores es menor.
Reflexión final sobre los riesgos de la pesca con imán
Aunque la pesca con imán no es una actividad extremadamente peligrosa, siempre es importante planificar su equipo y su excursión con cuidado.
Debe prepararse bien para estos riesgos y tomar medidas de precaución adicionales para evitar sufrir las consecuencias de una mala planificación.
Y para evitar problemas legales, asegúrese de conocer la normativa que regula la pesca con imán en su comunidad autónoma antes de salir. Algunas comunidades han prohibido esta práctica mediante decretos específicos, por lo que es su responsabilidad informarse sobre posibles restricciones.