6 errores a evitar en detección de metales
Los principiantes en la detección de metales, sin importar su experiencia previa, a menudo enfrentan las mismas dificultades, lo que puede llevarlos a abandonar. Contrario a lo que se piensa, el éxito no depende del precio del detector, sino de la experiencia y la capacidad para interpretar los sonidos que emite. Incluso un detector básico puede lograr hallazgos si el usuario sabe interpretar sus señales.
Un error común es copiar los ajustes de otros usuarios sin adaptarlos a su propio equipo. Cada detector y usuario es único, por lo que la adaptación personal debe ser prioritaria. También es importante mantener la paciencia y no desanimarse tras varias salidas sin resultados. Para optimizar las posibilidades, es necesario barrer el suelo correctamente, mantener una distancia constante y ajustar la sensibilidad del dispositivo. Por último, cavar con cuidado evita dañar objetos valiosos.
Esta guía ofrece consejos sencillos para superar errores comunes y comprender mejor los desafíos de la detección de metales.
Creer que el precio de su detector garantiza más hallazgos
Muchos detectores, principiantes o no, piensan que invertir más en un detector asegura más hallazgos. Es un error. Un detector de gama alta ofrece más opciones de configuración, pero esto no influye en la existencia de un objeto bajo la bobina. Encontrar un objeto depende en gran parte del azar.

Siempre que use un detector confiable, y no una imitación de baja calidad, puede esperar captar señales interesantes. Lo que distingue a un buen detectorista es su habilidad para interpretar esas señales y ajustar sus configuraciones. El precio del dispositivo no es el factor determinante.
Otros factores influyen en los resultados:
- La ubicación, que puede ser más o menos rica en objetos,
- La experiencia, que mejora la capacidad para detectar y analizar señales, y
- Las condiciones climáticas, como la humedad, que pueden afectar el rendimiento.
Al elegir un detector, no se guíe solo por el precio. Infórmese sobre sus características y asegúrese de que se adapte a sus necesidades, experiencia y los lugares donde desea prospectar.
Copiar o reproducir los ajustes de otros
No copie los ajustes de otros usuarios si no se siente cómodo con ellos, especialmente después de cambiar de detector. Cada dispositivo requiere un tiempo de adaptación para comprender sus sonidos. Deberá reaprender a interpretar los sonidos específicos de su detector.
Su manera de barrer el suelo también impactará la capacidad del detector para captar objetivos. Algunos detectoristas barren cerca del suelo, otros un poco más alto. Los movimientos pueden ser largos o rápidos. Estas diferencias influyen en la capacidad del dispositivo para captar y traducir las señales a sus oídos.
Tómese el tiempo para dominar su detector y sacarle el máximo provecho. Es posible encontrar cosas, como monedas de plata u oro, incluso con un modelo básico como un ACE 250 de 200 euros. Lo que importa es su capacidad para interpretar los sonidos correctos y decidir cuándo cavar.
Ser impaciente no le ayudará
En la detección, hay que aceptar que a veces no se encuentra nada. Las salidas sin éxito son inevitables, incluso en varias ocasiones seguidas. Es importante no desanimarse, ya que la detección debe ser un placer, no una búsqueda obsesiva. Recuerde que sus hallazgos dependen del azar.
La frustración causada por salidas sin resultados puede ser difícil de manejar. Esto puede afectar su moral o llevarle a maltratar su equipo, lo cual sería lamentable debido a su costo. Con el tiempo y la experiencia, aprenderá a mantener la calma y no dejar que esos momentos arruinen su diversión.
Cuando todo parezca salir mal, tome un descanso. Deje su detector y reflexione. Una buena manera de evitar el agotamiento es variar sus actividades. Por ejemplo, practico la detección en invierno y la búsqueda de oro en verano. Estos dos pasatiempos diferentes me permiten mantener siempre la diversión intacta.
Finalmente, cada terreno tiene su potencial, incluso si al principio parece pobre. Una vez, encontré una moneda de plata de Carlos III en un campo que parecía poco prometedor. Tras horas de búsqueda, solo encontré basura, pero esa moneda única dio sentido a mi salida e hizo muy feliz al propietario. Si no hubiera cavado ese día, habría concluido erróneamente que ese campo no valía la pena.

Esta experiencia muestra que, a veces, un solo hallazgo puede cambiarlo todo. Mantenga siempre la esperanza.
No aplicar un buen barrido con el plato
Al realizar prospección, barrer correctamente el plato de detección sigue siendo el mejor consejo que se puede dar. Coloque el plato bien plano y lo más cerca posible del suelo, idealmente a 2 cm, para maximizar la superficie de detección y permitir una buena propagación de las ondas electromagnéticas.
Evite barrer demasiado rápido o caminar con prisa. Estos errores pueden interferir en el procesamiento de las señales por parte de su detector, lo que puede provocar que no reaccione a tiempo. En consecuencia, podría pasar por alto muchas detecciones. Adopte movimientos lentos y regulares para optimizar sus posibilidades.
Aumentar demasiado la sensibilidad de su detector
Muchos detectores piensan que aumentar al máximo la sensibilidad de su detector mejora la profundidad. Esta idea es errónea. Una sensibilidad alta hace que el detector sea más «sensible» a las señales, incluidas las interferencias electromagnéticas. Esto puede complicar la interpretación de los sonidos, especialmente en áreas con muchos residuos o con alta mineralización.
En una zona limpia y con poca mineralización, una alta sensibilidad puede ayudar a detectar objetivos más profundos. Sin embargo, en condiciones menos ideales, esto dificulta el análisis de las señales. Por ello, es preferible ajustar la sensibilidad al nivel más alto posible mientras se mantenga una buena estabilidad (sin falsas señales). Considere factores como el tipo de suelo, su humedad, mineralización y la presencia de interferencias eléctricas para ajustar su configuración.
Excavar un hallazgo con prisa
Cuando detecte un buen sonido, es natural querer cavar rápidamente. Sin embargo, ir demasiado rápido puede dañar el objeto, especialmente si no sabe qué es antes de extraerlo. Imagine dañar una moneda romana de 2.000 años con un golpe mal dado con la pala. Esto sería un error grave, tanto para la conservación de este objeto como para el trabajo posterior de los arqueólogos que analicen este hallazgo tras su declaración.
Para cada objetivo, tómese su tiempo y trabaje con método. Utilice una buena pala con una cabeza afilada y bien perfilada para penetrar fácilmente el suelo. La extracción se realiza en dos etapas:
- Localice el objetivo con precisión, y luego
- Cave con cuidado para extraerlo sin dañarlo.
Localización del objetivo

Para localizar con precisión un objeto enterrado, barra con su detector de izquierda a derecha y luego de arriba hacia abajo, para trazar mentalmente una cruz sobre el lugar exacto. Utilice las irregularidades del suelo como puntos de referencia visuales para ayudarle a situar el objetivo.
Extracción del objetivo
Una vez encontrado el punto exacto, tome su pala e imagine un cuadrado alrededor del objetivo, dejando un margen de seguridad de 5 cm. Inserte la pala de forma vertical para marcar los cuatro lados del cuadrado. Al excavar a lo largo de estos lados, podrá extraer el objeto en forma de bloque. Esta técnica funciona en todos los tipos de terreno, como bosques, praderas o suelos arcillosos.
Luego, busque el objeto dentro del bloque de tierra. Si la primera excavación no es suficiente, utilice un pinpointer para afinar la búsqueda. Este método también permite rellenar el agujero de manera limpia, especialmente en praderas, conservando el césped intacto para que la extracción sea invisible después de colocar la tierra nuevamente.
De esta manera, podrá extraer el objeto sin dañarlo y rellenar el agujero correctamente.