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¿Qué profundidad puede alcanzar un radar de penetración de tierra?

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Aunque el georradar (o radar de suelo) puede teóricamente alcanzar profundidades de hasta varias decenas de metros, las limitaciones técnicas y ambientales restringen su uso práctico a profundidades de 2 a 10 metros para las aplicaciones más comunes. Las frecuencias bajas permiten explorar a mayor profundidad, pero a costa de una resolución reducida.

Así, para estudios precisos y detallados, se da prioridad a las frecuencias más altas, que ofrecen una imagen más clara de los primeros metros del suelo. La elección de los parámetros de un radar de suelo depende, por tanto, del objetivo del análisis, ya sea una exploración en profundidad o un estudio más superficial pero detallado.

Factores que influyen en la profundidad de detección

radar de penetración de tierra OKM Gepard

Frecuencia utilizada

La frecuencia de las ondas electromagnéticas es uno de los factores más determinantes para la profundidad de detección. Los radares de suelo operan con diferentes rangos de frecuencias, lo que influye tanto en la profundidad alcanzada como en la calidad de la imagen obtenida:

  • Frecuencias bajas: Con frecuencias que van de 25 MHz a 250 MHz, el georradar puede alcanzar profundidades de entre 2 y 10 metros, e incluso más en condiciones óptimas. Estas frecuencias son ideales para proyectos que requieren una exploración en profundidad, aunque ofrecen una resolución menor de los detalles.
  • Frecuencias altas: Las frecuencias entre 700 MHz y 3 GHz permiten un análisis detallado de los primeros metros del suelo. Sin embargo, estas ondas generalmente no penetran más allá de 2 metros de profundidad, aunque su resolución es más alta, lo que permite identificar objetos o estructuras más pequeñas.

Naturaleza del suelo

Un suelo seco y arenoso, por ejemplo, permite una mejor penetración de las ondas, mientras que los suelos conductores, como aquellos ricos en arcilla o saturados de agua, reducen considerablemente la profundidad de detección. Esto se debe a que la arcilla y la humedad aumentan la conductividad del suelo, disipando las ondas electromagnéticas más rápidamente, lo que limita el alcance del análisis.

Equipamiento utilizado

prospector utilizando un radar de penetración de tierra gepard

Algunos modelos especializados pueden alcanzar profundidades específicas. Por ejemplo, el EASYRAD Multi, equipado con una antena que abarca de 30 kHz a 900 kHz, es capaz de detectar elementos hasta aproximadamente 3,5 metros de profundidad. Otros dispositivos pueden ajustarse para alcanzar capas más profundas, pero esto generalmente se logra a expensas de la precisión de las imágenes.

Profundidades típicas y casos atípicos

En condiciones normales, un radar de suelo puede alcanzar profundidades de 2 a 10 metros, lo cual es suficiente para la mayoría de las aplicaciones comunes, como el análisis de estructuras enterradas o la localización de tuberías. Sin embargo, en casos excepcionales y con frecuencias extremadamente bajas (alrededor de 1 MHz), es posible alcanzar profundidades de hasta 30 o 40 metros. Es importante destacar que este alcance excepcional viene acompañado de una pérdida significativa de resolución: a grandes profundidades, los detalles se vuelven borrosos y resulta difícil distinguir objetos pequeños o elementos cercanos entre sí.

La profundidad de detección óptima generalmente se encuentra en los primeros metros del subsuelo, donde el equilibrio entre resolución y alcance es más eficiente. Para aplicaciones como la arqueología o la detección de tuberías subterráneas, estos primeros metros ofrecen la mejor combinación de precisión y profundidad.

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