consejos detección de metales

Domine el arte de la detección en 7 sencillos pasos

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Empezar en la detección de metales puede parecer complicado, especialmente al combinar la marcha con el barrido del plato. Primero, debes dominar tu equipo entendiendo su funcionamiento y colocando el plato a la altura correcta, entre 3 y 5 cm del suelo, manteniéndolo paralelo. Una buena velocidad de barrido te permitirá cubrir una superficie amplia sin dejar zonas sin explorar.

Para prospectar eficazmente, concéntrate en zonas estratégicas, como los márgenes de caminos, setos y riberas de ríos, donde es más probable encontrar objetos interesantes. Adopta un método estructurado de detección para optimizar la cobertura del terreno y ajustar correctamente tu equipo. Estos pasos aumentarán tus posibilidades de encontrar cosas, como monedas, que suelen estar agrupadas en una misma zona.

Primer paso: dominar tu equipo

Debes conocer perfectamente tu detector de metales. Sin una buena comprensión de sus ajustes y señales sonoras, puedes perder tiempo y desanimarte. Tómate el tiempo para leer el manual de usuario y entender las funcionalidades de tu equipo, además de probar configuraciones adaptadas al terreno.

aprender a caminar bien en la detección es importante

Familiarízate con tu detector practicando en un terreno conocido. Escucha con atención los sonidos que emite para asociar cada tono a un tipo de objetivo. Con el tiempo, desarrollarás una verdadera confianza en tu equipo y su capacidad para identificar hallazgos incluso antes de cavar.

Dedica tiempo a tu aprendizaje. Los videos sobre prospección pueden ser útiles para consejos técnicos, pero cada detector y cada terreno requieren ajustes específicos. La experiencia personal es tu mejor aliada para dominar tu detector.

Segundo paso: entender cómo funciona un detector VLF

Los detectores que usamos son generalmente VLF y reaccionan únicamente cuando su plato pasa sobre un objeto metálico mediante un movimiento de barrido (a diferencia de los detectores PI, que funcionan de manera estática), detectando una variación en la conductividad entre las zonas barridas. Este principio, llamado dinámico, requiere un movimiento constante del plato.

Para una detección eficaz, barre el plato correctamente. Mantenlo a una altura adecuada, generalmente cerca del suelo, plano, y muévelo a una velocidad constante. Estos movimientos garantizan resultados óptimos y permiten localizar objetivos metálicos con precisión.

Tercer paso: posicionar el plato a la altura adecuada respecto al suelo

Para maximizar la penetración del campo electromagnético y detectar objetivos a mayor profundidad, posiciona el plato de tu detector a 3 a 5 cm del suelo. Esta altura ofrece un equilibrio óptimo entre la profundidad de detección y la protección del plato frente a obstáculos como piedras o ramas.

Cuarto paso: mantener el plato lo más plano posible con respecto al suelo

Para optimizar la emisión y recepción de las ondas electromagnéticas, mantén el plato de tu detector perfectamente paralelo al suelo. Durante el barrido, realiza un movimiento regular de izquierda a derecha, como si estuvieras pasando una fregona, sin realizar movimientos de péndulo.

Evita levantar el plato en los extremos durante los cambios de dirección, ya que esto reduce la eficacia de las ondas, que no penetran correctamente en el suelo. Una técnica precisa garantiza una detección óptima y limita las zonas no exploradas.

prospector en un campo buscando objetos perdidos

5º paso: la velocidad de barrido

Para optimizar la eficacia de tu detector, adopta un ritmo de barrido constante. Si barridos demasiado rápido, podrías perder señales. Si eres demasiado lento, el dispositivo podría tener dificultades para analizar los objetivos (efecto de enmascaramiento). Encuentra el equilibrio adecuado. Orienta el plato de manera que cubras una superficie amplia sin dejar huecos ni provocar solapamientos excesivos.

Sincroniza el barrido con tu marcha: barre hacia la derecha al poner el pie derecho y hacia la izquierda al poner el pie izquierdo. Este método puede parecer inusual al principio, pero es muy efectivo. Para evitar zonas sin cubrir, da pasos cortos. Su longitud debe corresponder al diámetro de tu plato. Por ejemplo, con un plato de 27 cm, tus pasos deberían medir unos 30 cm (no más).

Ajustando tu ritmo, podrás caminar más rápido mientras aumentas la frecuencia de barrido, garantizando una buena cobertura y detectando una mayor superficie en menos tiempo.

6º paso: ¿cómo prospectar un terreno y por dónde empezar?

Cada terreno tiene sus particularidades, pero hay zonas que los detectoaficionados conocen como «anti-fracaso», donde siempre es posible encontrar algo. A continuación, te mostramos cómo identificarlas.

  • Cerca de los caminos: céntrate en una franja de unos 30 metros a lo largo de la vía. En el pasado, las viviendas y actividades agrícolas solían estar cerca de los caminos. Sin embargo, los primeros 10 metros suelen estar contaminados con residuos arrojados por conductores.
  • Alrededor de los setos: realiza una prospección cuidadosa. Estos setos protegían del viento durante las cosechas. Las familias trabajaban allí, y es común encontrar monedas, dedales y objetos de uso cotidiano (cubiertos, botones, horquillas, fíbulas, hebillas).
  • En las orillas de los ríos: detecta en una franja de 30 a 50 metros a lo largo de las riberas. El agua siempre ha atraído la vida, ya sea para dar de beber a los animales, irrigar o satisfacer las necesidades domésticas.

Si el terreno no presenta estas características, comienza por prospectar los bordes del campo en una franja de 10 a 20 metros. Recoge todo, incluidos los metales ferrosos, para comprender la historia del lugar. Después, realiza uno o dos recorridos en diagonal. Esto te ayudará a evaluar si el terreno merece una prospección más detallada.

Usar un detector de metales para buscar artículos perdidos

No discrimines metales en una primera pasada. Usa el modo «todo metal» para maximizar tus posibilidades. Recuerda que la cantidad de objetos encontrados es tan importante como su calidad. Basta pasar a 10 cm de una moneda para no detectarla, pero un solo hallazgo, como una moneda de oro, puede cambiar el resultado de tu salida.

Mantén una mente abierta. La prospección también depende de la suerte. Prueba, observa y aprende a reconocer las oportunidades en cada lugar que explores.

7º paso: Si hay una moneda, seguro hay más

En cuanto encuentres una moneda, prospecta cuidadosamente un radio de 3 a 5 metros alrededor de esa zona. Generalmente, quien pierde una moneda suele perder varias en el mismo lugar.

Cubre toda la superficie alrededor de tu hallazgo. Los trabajos agrícolas, como los arados, suelen mover los objetos, lo que explica su dispersión en varios metros. Tómate tu tiempo para revisar esta zona y maximizar tus posibilidades de nuevos descubrimientos.

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