¿Cómo prospectar el antiguo lecho de un río para buscar oro?
Un antiguo cauce de río es una sección de un río donde anteriormente fluía agua, pero que hoy en día ya no lo hace. Un fenómeno geológico, como un terremoto, un deslizamiento de tierra, la formación de una montaña, etc., pudo haber impedido que el agua siguiera fluyendo por su antiguo canal y la redirigió a otro lugar. A menudo, es una zona poco explorada en la búsqueda de oro y un excelente truco para encontrar oro de buena calidad.
Un antiguo cauce de río también puede existir a pocos metros del lugar donde hoy se encuentra el río. Los ríos frecuentemente forman meandros y modifican su recorrido con el tiempo.
Todos los cursos de agua en España han sufrido estos cambios a lo largo del tiempo. No es raro encontrar explotaciones de gravas auríferas o arena a pocos metros, e incluso kilómetros del cauce actual, lo que indica que el río en el pasado seguía un recorrido diferente en esas zonas de placeres auríferos.
Si este río contenía oro, simplemente se habría secado, dejando su contenido (incluyendo el oro) en la superficie del suelo. A esto se le llama un antiguo cauce de río. Por lo tanto, los antiguos cauces de río suelen encontrarse entre uno y tres metros por debajo de la superficie (dependiendo de su antigüedad), ya que los procesos geológicos han cubierto las gravas secas con suelo vegetal, pero aún conservan sus ricas gravas con contenido de oro.
¿Cómo localizar un antiguo cauce de río?
Encontrar un antiguo cauce de río no es tan sencillo como localizar un río o arroyo actual para buscar oro aluvial, pero es mucho más efectivo si sabes qué buscar. Un antiguo curso de agua siempre deja rastros de su existencia pasada. ¿Pero cuáles?
- Capas de gravas compactadas en una terraza aluvial
- Piedras y cantos rodados redondeados
- Arena aluvial
- Se pueden observar plantas que suelen crecer cerca del agua en lugares donde no hay agua visible.
Capas de gravas compactadas en una antigua terraza aluvial
Si estás prospectando en un río, es posible que veas piedras redondeadas a varios metros por encima del nivel actual del río. Si estas piedras se encuentran en la orilla y luego desaparecen, esto podría indicar que el río actual ha excavado un paso a través del antiguo cauce.
Aunque también podrían ser piedras provenientes del río actual que han sido arrastradas a través de las capas del suelo, será necesario excavar un poco para comprobarlo.
Piedras y cantos rodados redondeados
Si observas piedras en el borde de un camino, un campo o un bosque, notarás que muchas tienen bordes puntiagudos y afilados. Solo las piedras que han sido erosionadas por el agua, como las que se encuentran en un banco aluvial de un río, son redondeadas.
Así que, si estás prospectando y excavas varios metros en la tierra y de repente encuentras piedras redondeadas, puedes estar seguro de que has descubierto un antiguo cauce de río o un camino alternativo que alguna vez siguió un río.
Arena aluvial
Las gravas y arenas aluviales son aquellas que parecen haber estado originalmente en el banco de arena de un río. Son arenas y pequeñas piedras depositadas cuando un río sigue una curva (meandro).
Pueden encontrarse a varios metros de profundidad y bastante alejados del cauce actual de un río. Estas antiguas gravas aluviales pueden estar situadas a pocos metros de un antiguo yacimiento aurífero.
Plantas que crecen cerca del agua
Algunas plantas, como los álamos, no pueden prosperar sin suficiente agua. Por esta razón, la presencia de álamos en una zona puede indicar la existencia de un antiguo cauce de río cercano o incluso una unión en forma de «V» en las capas de roca subyacente.
Una unión en V se forma cuando dos tipos de rocas se encuentran en ángulo recto, atrapando agua y sedimentos, lo que puede acumular partículas de oro en su interior.
Del mismo modo, si notas una línea de álamos a lo largo de un terreno durante varios metros, es posible que hayas encontrado un antiguo cauce de río.
Cómo prospectar y explotar un antiguo cauce de río
Prospectar en un antiguo cauce de río requiere más esfuerzo que buscar en un río actual, pero suele ser más productivo si se hace correctamente. Se recomienda tomar múltiples muestras de diferentes profundidades y ubicaciones para comparar la cantidad de oro recuperado.
Por ejemplo, si la muestra de un punto contiene oro, pero otra cercana tiene menos y una tercera no tiene nada, es probable que el antiguo cauce del río no siga esa dirección y se deba probar en otra área.
Siempre es recomendable hacer un mapa de muestreo; hoy en día, esto es fácil con las aplicaciones de los teléfonos inteligentes. De esta manera, finalmente se podrá identificar el antiguo cauce del río con precisión y, posiblemente, encontrar un placer aurífero aún sin explotar.
