¿Por qué a veces el oro flota? ¿No es el oro uno de los materiales más pesados?
El oro tiene una relación fascinante con los procesos geológicos y los fenómenos naturales. Una de las particularidades sorprendentes del oro es su capacidad para flotar en el agua bajo ciertas condiciones. Este fenómeno, aunque raro, está estrechamente relacionado con las propiedades físicas del oro y los procesos geológicos que lo han moldeado a lo largo del tiempo.
El oro solo flota cuando está en forma de pequeña escama plana, con un grosor inferior a 1 mm. El oro flota en parte gracias al principio de Arquímedes, que dice: «Todo cuerpo sumergido en un líquido o gas experimenta un empuje hacia arriba igual al peso del líquido o gas desplazado».
El impacto de la tensión superficial del agua
El oro muy fino puede flotar gracias a la tensión superficial del agua. Esta tensión es creada por la fuerte atracción entre las moléculas de agua, que se agrupan hacia el interior del líquido en la superficie, formando una especie de película.
Por ejemplo, la tensión superficial es de:
- 0,0319 para el aceite de oliva
- 0,073 para el agua
- 0,559 para el mercurio
Las escamas de oro pueden flotar sobre esta tensión porque no son lo suficientemente pesadas para romper los enlaces entre las moléculas. También se puede observar este fenómeno en insectos que caminan sobre el agua.
El impacto de los tensioactivos en la tensión superficial
Para romper la tensión superficial del agua, se utilizan tensioactivos. Son sustancias que reducen la tensión de la superficie de un líquido, lo que facilita el mojado. El jabón es un ejemplo de tensioactivo muy eficaz.
La temperatura también juega un papel importante: cuanto más alta es la temperatura, menor es la tensión superficial. Por eso el agua caliente se usa en lavadoras, lavavajillas o para lavar coches, ya que ayuda a disolver y eliminar mejor la suciedad.
¿Qué puede ocurrirles a los buscadores de oro?
Cuando se vierte material en una rampa de lavado, una escama de oro puede flotar y ser arrastrada por la corriente, según el principio de Arquímedes. Si se lava material seco en una batea, muchas pequeñas partículas también pueden flotar debido a la tensión superficial del agua. Por lo tanto, si se utiliza una rampa de lavado de oro y se quiere depositar arena aurífera seca, es importante humedecer la grava.
Otros factores influyen en esta situación, como la temperatura y la calidad del agua. Por ejemplo, en arroyos de montaña donde el agua está muy fría, la tensión superficial aumenta. En cambio, la presencia de productos químicos en los ríos puede disminuir esta tensión. Por ejemplo, para limpiar los concentrados y aislar el oro, se puede utilizar agua ligeramente jabonosa para reducir la tensión superficial del agua sobre las escamas de oro (o incluso otras rocas planas como la mica o la pirita) y hacer que se depositen en el fondo bajo el agua.
