Limpieza y conservación de los hallazgos de detección
Las monedas y las joyas que has encontrado haciendo detección de metales y que han permanecido bajo tierra o en agua de mar salada durante un tiempo, generalmente están muy opacas y corroídas. El objetivo de este artículo es ayudarte a aprender las mejores maneras de limpiarlas dañándolas lo menos posible. Verás que limpiar una moneda u otros objetos requiere cierta habilidad, pero es el precio a pagar para identificar, conservar y coleccionar tus hallazgos en buenas condiciones y, así, salvar este patrimonio.
Los objetos encontrados con detectores de metales, ya sean monedas, joyas u otros objetos de importancia histórica, no deben limpiarse de cualquier manera. Deja esto a los profesionales si no estás seguro de lo que estás haciendo.
Esta guía te explica cómo identificar, limpiar, proteger y almacenar tus monedas y descubrimientos encontrados con tu detector. Limpiar un hallazgo no es tarea fácil, ya que cada objeto requiere un enfoque diferente. Dependiendo del estado, pero también del metal, será necesario utilizar un método u otro. Sin embargo, antes de proceder a la limpieza, primero hay que identificar el hallazgo para no emplear un método de limpieza que pueda dañar el metal o eliminar la sagrada pátina. Luego, será necesario protegerlo (repintarlo si es necesario) y guardarlo. Aquí tienes una pequeña guía de estos 4 pasos.
Identificación del hallazgo
La identificación de tus hallazgos es un paso importante en el trabajo de un buscador: salvar y conservar los hallazgos. Para ayudarte, únete a grupos de discusión en Facebook o foros especializados, donde los aficionados comparten sus conocimientos. Además, invertir en libros dedicados a la detección e identificación de monedas puede ser muy útil.

Antes de llevar tus descubrimientos a casa, se recomienda guardarlos en bolsas individuales o en cajas para hallazgos, especialmente para los objetos frágiles. Evita mezclarlos con otros hallazgos y nunca los coloques en una cartera o en el bolsillo del pantalón, ya que podrían dañarse. Para los objetos de bronce cuya pátina se desmorona, colócalos en un pequeño tubo de plástico lleno de agua para ralentizar la oxidación. Nunca intentes limpiar una moneda en el campo; espera a estar en casa, donde podrás usar productos como el Paraloid o el Ravivor para proteger tus hallazgos.
Elección del método de limpieza
Para los principiantes, eviten los métodos químicos, los jugos naturales o la electrólisis que podrían dañar sus hallazgos o su pátina. Prefieran un lavado manual con material específico para monedas y objetos metálicos. Las monedas modernas y las joyas pueden tratarse con electrólisis, laminadoras o soluciones como el Conservo.
Para objetos frágiles o antiguos, se necesita un enfoque diferente para preservar la pátina, capa de oxidación que da valor al hallazgo. En todos los casos, comiencen eliminando la mayor cantidad de tierra posible. Dos enfoques son posibles para esta etapa inicial.

El enfoque químico mediante restauradores como PARARESTOR o MONETOR permite eliminar rápidamente la tierra y los depósitos sin dañar la pátina. Para el enfoque manual, utilicen un lápiz limpiador con recarga de latón o el lápiz limpiador de precisión con cepillo de latón. Deténganse antes de llegar a la superficie para evitar rayones.
Para las monedas de oro o electrón, eviten los métodos manuales. Froten suavemente con el pulgar y jabón o usen un paño de pulido numismático. Para las monedas finas, procedan con precaución. Para las monedas de plata, también eviten los métodos manuales. Para el billón o las monedas chapadas, usen la solución Conservo o el producto CleanBill.
Para el bronce o el cobre, preserven la pátina. Utilicen un lápiz limpiador con punta de fibra de vidrio o el lápiz limpiador de precisión con minas compuestas para eliminar los depósitos sin dañar la pátina.
La mina blanca del lápiz de precisión permite eliminar la tierra sin alterar la pátina, utilizándola como un lápiz para apuntar con precisión las áreas a limpiar. La mina negra de grafito elimina la tierra más incrustada. Para las costras resistentes, se recomienda la punta bisturí. La punta del lápiz es ideal para el acabado, especialmente en los relieves y leyendas de las monedas. Estas herramientas son más robustas y eficaces que las agujas tradicionales y se desgastan menos rápidamente.

Se recomienda una lupa con LED para una limpieza precisa. Entre las herramientas manuales disponibles, el lápiz limpiador de precisión es ideal por su versatilidad con 5 tipos de puntas. Esta herramienta única está diseñada para limpiar sin dañar varios tipos de monedas y objetos metálicos. Sus dos minas de materiales compuestos (blanca y negra de grafito) permiten una limpieza precisa mientras se conserva la pátina.
Los accesorios opcionales como minas de latón, un bisturí y un mini cepillo están disponibles. El cepillo de latón se adapta al lápiz para una limpieza rápida de la capa superficial. Un paquete de recargas que incluye agujas para limpieza final y un bisturí para costras resistentes también está disponible.
El lápiz limpiador de fibra de vidrio limpia las monedas sin alterar la pátina. El lápiz limpiador de latón, con su mina muy abrasiva, se utiliza para desbastar y eliminar depósitos duros, pero solo sobre tierra seca, nunca directamente sobre la moneda. Estas minas de latón son compatibles con el lápiz de fibra de vidrio. El cepillo multifuncional elimina la capa superficial de tierra. Para evitar ensuciar, se recomienda el uso de un tapete de limpieza.
Los productos útiles para limpiar los objetos encontrados por la detección de metales

- Amoníaco o vinagre blanco: Deje el plata u oro sumergido toda la noche para devolverle el brillo.
- Bicarbonato de sodio: Use un cepillo de dientes o sus dedos para limpiar la plata, eliminando las áreas opacas mientras preserva el metal. Un baño de agua caliente con bicarbonato y papel de aluminio es eficaz para la plata.
- Agua destilada: Sumerja sus monedas o joyas durante varios días, luego frótelas con una solución de agua y detergente líquido. Utilice un cepillo de dientes suave para las áreas de difícil acceso.
- Cera de anticuario: Nutre y protege las piezas valiosas contra el deterioro.
- Piedra de plata: Úsela para plata y oro; más suave y eficaz que el bicarbonato. Se presenta en forma de bálsamo con una esponja para facilitar la limpieza.
- Alcohol-éter-nitrocelulosa (líquido de palaroid): Limpia y protege cobre, aluminio, níquel, bronce, plata y oro. Considerado como la mejor solución química sin riesgo para las monedas.
- Acción mecánica necesaria: Use un lápiz limpiador o una herramienta de raspado para una limpieza eficaz y segura.
Otros métodos de limpieza
El tumbling o barril rotatorio está diseñado para limpiar monedas y joyas. Se recomienda usar barriles separados para piedras y metales para evitar daños. El Dremel, una herramienta rotativa de alta velocidad con diversos accesorios, permite una limpieza eficiente de los objetos, pero requiere un uso delicado. La electrólisis, un método que utiliza corriente eléctrica en una solución conductora, limpia rápidamente muchos metales. Sin embargo, esta técnica agresiva debe usarse como último recurso porque puede destruir la pátina y exponer el metal desnudo.
Protección y repatinado

En algunos casos, puede ser necesario retirar la pátina para identificar una moneda muy dañada. Para las monedas de bronce cuya pátina se ha dañado, es posible repatinarlas usando una caja de vidrio o una solución de amoníaco, o una solución de repatinado en frío.
Para los objetos que han perdido su capa de plateado, SilverFinger puede aplicar una nueva capa de plateado en frío. Para proteger y mantener la apariencia de los hallazgos limpiados, se puede utilizar cera para monedas o Paraloid B72, que añade una capa protectora. Para una protección más natural, se recomienda el Ravivor.
Clasificación y almacenamiento
Para clasificar sus monedas, opte por cajas numismáticas o medalleros en lugar de carpetas, especialmente para las piezas frágiles o con pátina quebradiza. Los medalleros Leuchturm, disponibles en varias tallas (14, 20, 40 mm) y en versión XL para objetos, son recomendados. Se apilan fácilmente y pueden contener cápsulas transparentes para una protección adicional. Para el transporte, use maletines numismáticos dedicados que puedan contener de 5 a 10 medalleros. Evite las maletas baratas de grandes almacenes que no mantienen las monedas en posición vertical. No olvide usar guantes al manipular las piezas.